Empecemos por el principio ¿Qué es el Movimiento Libre?
El movimiento libre proviene de la pedagogía creada por la pediatra húngara Emmi Pikler, un método de crianza que se basa en la liberación de la autonomía. Consiste básicamente en dejar a los bebés moverse libremente: la idea es no colocarlos en posiciones a las que no puedan alcanzar por ellos mismos, confiar en su capacidad innata y su autonomía para alcanzar su propia evolución motriz sin ayuda.
El método Pikler propone tener paciencia y seguridad en nuestros peques y sus aptitudes, sin exigirles cumplir con los parámetros sociales que solo los introduce en una carrera del más fuerte, amenazando su autoconfianza.
Según el método, así aprenden a conocerse mejor a ellos mismos. Con un desarrollo más estable y armónico, adoptan posturas más sanas. Se alimenta la creatividad al permitirles moverse y jugar en libertad, sin normas ni exigencias. El juego libre trata de ofrecerles materiales seguros y dejarles que aprendan a manejarlos como quieran, sin reglas. De esta forma, se les permite explorar el ambiente y sacar sus propias conclusiones.
Pero entonces, ¿Cuál es nuestro rol como adultos responsables?
Nuestro rol es acompañar y proporcionar condiciones seguras y de apego necesarias para el desarrollo autónomo. Dejar que se muevan libremente no quiere decir “no tener contacto”. De forma contraria, Pikler explica la importancia del apego afectivo sólido como base. Una relación basada en la crianza respetuosa donde los ritmos fluyen y no se imponen.
Explicarles constantemente lo que vamos a hacer con ellos sin forzarlos es parte del respeto. Conocer a nuestros peques y saber cuándo debemos actuar y cuándo debemos dejarlos libres es otro de los objetivos.
No intervenir constantemente desarrolla las capacidades motrices fomentando la propia confianza. Es decir, por ejemplo, no darlos vuelta boca arriba y abajo, sentarlos o hacerlos caminar. Intentar no colocarlos en posiciones que no lleguen solos y no puedan zafarse por su cuenta. Propone también no depositarlos en elementos que impidan su movimiento como andadores o hamacas.
Etapas de movimiento
Las etapas de movimiento serían entonces, partiendo acostados boca arriba a comienzan a girar hacia los costados y luego dan la vuelta completa para acostarse boca abajo. Desde esa posición comienzan a reptar, posteriormente gatear y sentarse solos. Después con un sostén empiezan a levantarse para luego caminar.
La diferencia con los otros tipos de métodos es que no se sientan antes de gatear por una imposición postural.
Movimiento libre en casa
Adoptar este tipo de pedagogía propone deconstruir el concepto de crianza de la sobreprotección para incursionar en una relación de respeto y cierta independencia. Dejar atrás el autoritarismo para construir desde un lugar lo menos adultocéntrico posible. Así permitir que cada bebé consiga sus hitos en el desarrollo a sus tiempos.
El entorno debe adaptarse para que la movilidad sea lo más libre posible. Debemos guardar cualquier cosa que pueda lastimarlos mientras exploran y conocen. Preparar materiales seguros que les permitan desarrollarse y les inviten a investigar y moverse.
Una ropa cómoda es la mejor opción con telas aptas para sus pieles sensibles.
Siempre un adulto responsable debe estar presente pero con la suficiente distancia para no interferir en el autoconocimiento.
¿Conocían esta técnica? ¿Qué les parece? ¡Cuéntenos!