COLECHO SÍ, COLECHO NO.

A todas las madres y padres que tuvieron a sus hijos hace más de 10 años, seguramente el término “colecho” no les sonará muy familiar. Sin embargo, es algo que todos los padres han experimentado alguna vez o quizá muchas veces en la vida.

Este término es un neologismo proveniente del inglés “co-sleeping” o “bedsharing”, y parece proceder de la palabra “lecho”, es decir, compartir la cama en familia. Aunque esta práctica data del siglo XIX, cuando los bebés y niños dormían con los padres, en nuestro mundo moderno parece muy reciente.

En la actualidad, el colecho se practica en muchos lugares del mundo. Existen numerosas recomendaciones por parte de expertos sobre la seguridad de dormir en la misma habitación, lo que disminuye el riesgo de muerte súbita. Por motivos exclusivamente médicos, se recomienda que los bebés duerman en la habitación de los padres hasta los seis meses. A pesar de la abundante información en redes sobre la mejor forma de dormir a los bebés, ya sea solos, a oscuras, con luz, en silencio o en compañía, lo correcto y lo mejor es aquello que hace felices a todos, incluyendo a los padres y, por supuesto, al bebé.

Es importante tener en cuenta que siempre encontrarás diferentes opiniones sobre las ventajas e inconvenientes del colecho. Sin embargo, como madre o padre, es crucial reflexionar sobre lo siguiente: a la mayoría de los adultos nos gusta dormir con la persona que amamos. Entonces, ¿por qué pensamos que no es correcto hacerlo con nuestros hijos mientras están en su primer tiempo de vida y nos necesitan cada segundo?

Además, existe una opción bastante interesante para aquellos que desean compartir el dormitorio con sus hijos sin sentirse agobiados en la cama: una cuna o minicuna de colecho. Actualmente, hay diversas propuestas en el mercado. No es necesario que la cuna sea específica; la mayoría de las cunas se pueden convertir en cuna de colecho siempre que uno de los laterales se pueda apartar. De esta forma, se puede aprovechar una cunita clásica para actualizarla y colocarla junto a nuestra cama. Y, por supuesto, no hay mejor forma de hacer más ameno este hermoso proceso que con nuestros juegos de sábanas y sabanitas ajustables colecho 100% de algodón de nuestra tienda Little Paradise.

Consejos de Seguridad para el Colecho: Para garantizar un ambiente seguro para el colecho, es esencial seguir ciertas pautas. Usa un colchón firme y asegúrate de que el bebé duerma boca arriba. Evita el uso de almohadas grandes y edredones voluminosos en la cama. También, evita que haya espacios entre el colchón y la pared donde el bebé pueda quedar atrapado. Estos simples pasos pueden hacer que el colecho sea una experiencia segura y cómoda para toda la familia.

Beneficios del Colecho: La investigación ha demostrado que el colecho puede fortalecer el vínculo entre padres e hijos, promover la lactancia materna y mejorar el sueño tanto del bebé como de los padres. Además, esta práctica puede facilitar la respuesta inmediata a las necesidades del bebé, promoviendo un desarrollo emocional saludable.

Experiencias Personales: Muchos padres que practican el colecho reportan sentirse más conectados con sus hijos y disfrutar de un sueño más tranquilo. Escuchar experiencias reales de otros padres puede ayudarte a entender mejor cómo el colecho puede adaptarse a las necesidades de tu familia.

Mitos y Realidades del Colecho: Uno de los mitos comunes sobre el colecho es que dificulta la transición del bebé a su propia cama. Sin embargo, muchos padres han compartido que, cuando llega el momento adecuado, los niños hacen esta transición de forma natural y sin dificultades significativas.

Conclusión Empoderadora: En última instancia, la decisión de practicar el colecho es personal y debe basarse en las necesidades y deseos de tu familia. Escucha a tu instinto parental y haz lo que consideres mejor para ti, tu bebé y tu familia en general. Recordemos que cada familia es única y lo que funciona para una puede no ser adecuado para otra. La clave está en encontrar lo que brinde comodidad y felicidad a todos los miembros de la familia.